La primera máquina de toda Latinoamérica, capaz de transformar cualquier tipo de desecho sólido en energía eléctrica, se instalaría en la ciudad de La Argentina en el cantón de Grecia, y comenzaría a operar en 3 años.
La firma estadounidense WRA Engineering es la encargada de desarrollar el revolucionario proyecto sobre un terreno que comprende 45 hectáreas y con una inversión de $300 millones de dólares.
La planta puede procesar alrededor de 3 mil toneladas de basura al día (todo el Valle Central produce 4500 toneladas) y tiene una capacidad de producción de 50 mil kW, poco menos que la Planta Hidroeléctrica de Cachí, localizada en Cartago que produce 64 mil.
La enorme cantidad de electricidad que produce, es mayor a la que necesita para funcionar, por ello la energía sobrante se almacena y se vendería al ICE.
Se escogió al cantón de Grecia como recinto porque, se busca captar la basura de toda la zona occidental del Valle Central (Grecia, Sarchí, Naranjo, Poás, Palmares, San Ramón y Alajuela).
Ya que el relleno sanitario Los Mangos que recibe los desechos de la zona, tiene problemas por incumplimiento de requisitos.
¿Cómo funciona la planta?
A grandes rasgos el camión recolector deposita la basura en un contenedor, una especie de aspirador extraerá los vapores y serán tratados, para evitar los malos olores.
La basura será incinerada a altas temperaturas, para sublimarla, es decir convertirla en gases que luego pasarán por un proceso de filtración en otra cámara, para convertirlos finalmente en energía.
Durante el proceso de incineración de la basura, se produce la denominada escoria, la cual puede ser utilizada en la fabricación de baldosas para baño, o material componente del asfalto.
El impacto sobre el ambiente será mínimo según los expertos, ya que el humo que emana al exterior al final del proceso es prácticamente vapor de agua.
El proyecto cuenta adicionalmente con una planta de tratamiento de aguas residuales, que evitaría por ejemplo que los camiones recolectores, compriman la basura y viertan el líquido en las calles. En su lugar, esa agua residual será tratada y utilizada durante el proceso posterior a la incineración de la basura para precipitar los gases.
Esta novedosa forma de generar energía, además de tratar el problema de la basura de forma sostenible, abriría empleos en la zona, se realizarían capacitaciones a estudiantes nacionales y extranjeros, y en un futuro se planea exportar energía otros países del istmo centroamericano.
WRA Engineering cuenta con 300 plantas instaladas en Estados Unidos, países de Europa y Asia.
El ambicioso proyecto, se encuentra actualmente en la etapa de estudios geológicos sobre la zona donde se instalará el convertidor, para determinar con certeza el impacto ambiental y minimizarlo.
A continuación, encuentran un extracto de la entrevista con el encargado de los estudios de impacto ambiental, el geólogo Leonel Rojas:
No hay comentarios:
Publicar un comentario